La lluvia, amor, la lluvia que
nos llueve.
La lluvia que golpea contundente
con su temblor de lluvia
mientras nos damos besos en
mi coche, mientras la noche llueve
y es ajena.
Agua que cae de pronto y por sorpresa
y que pone un susurro
acompañando
las risas y los besos.
No me gusta la lluvia y me decaigo
y me embute los ojos y ataca mi cabeza
con un dolor disperso.
Sólo el olor a lluvia y su sonido.
Sólo el sabor a lluvia
de tu boca.
domingo, 20 de abril de 2008
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1 comentario:
Pluvial y terso, como ese sonido que repiquetea sobre la lámina del techo.
Un gusto descubrir tu espacio.
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